Esta plaza central está rodeada de importantes edificios gubernamentales y arquitectura histórica. Es un excelente lugar para empezar a explorar Casablanca.

La medina de Casablanca es más pequeña y menos turística que la de Marrakech, por lo que es una experiencia más auténtica. Explore las calles estrechas y visite los mercados locales.

Si bien no puedes entrar al palacio, puedes admirar su impresionante arquitectura y hermosos jardines desde el exterior. Es un símbolo de la herencia real de Marruecos.

Disfrute de un tranquilo paseo por la Corniche, un pintoresco paseo costero. Es un lugar ideal para disfrutar de las vistas al mar, relajarse en los cafés y ver a los lugareños disfrutar del

Esta magnífica mezquita no solo es una de las más grandes del mundo, sino también una de las pocas que admite visitantes no musulmanes.